Monday, November 07, 2005

[F1 Estados Unidos] … Sin palabras.

Existen múltiples razones para justificar las decisiones que dieron lugar a una de las competencias de Fórmula Uno más tristemente recordadas en toda su historia (respetuosamente excluyo aquellas en las que se vio comprometida la vida de alguno de los pilotos o asistentes). Más aún, cada una de estas razones pueden tener algún tipo de sustento. Sin embargo, este domingo en la tarde triunfó la arrogancia y la ambición desmesurada de poder de quienes dirigen la Fórmula Uno. La presentación fue deplorable y una falta de respeto para las 150.000 personas ubicadas en el majestuoso autódromo de Indiana (no, no se trata de Paul Ricard, ni Estoril, ni Jerez de la Frontera, se trata del más mítico de los óvalos de carreras sobre los que se haya disputado competencias alguna de automovilismo) y los millones de televidentes y radioescuchas alrededor del mundo.

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