El sábado por la noche fui a ver Perder es Cuestión de Método. El nombre es sugestivo, no?. Como que da alas a la imaginación .... Si perder es una elección y elegimos perder, qué más da?, podemos perder con clase, sin clase, con altura, sin altura, perder con ganas o sin ganas, con argumentos y sin ellos, podemos perder con conciencia de hacerlo y sin conciencia. Interesante. El punto clave sería entonces, ¿por qué decidimos perder?, si es que realmente es una decisión que podemos tomar. Será que decidimos perder porque pensamos que no podemos ganar o porque no queremos ganar. En fin, ya entrados en gastos lo que hay es maneras de perder, solo falta tomar la decisión y gozarla.
Si alguien entendió el párrafo anterior le agradecería que me lo explicara.
Me gusto la música (no se si fue escrita para la película), las locaciones (se preocuparon mucho por recrear un ambiente amplio, dinámico, de contrastes) y la fotografía. Me gustó el tema porque creo que el reconocimiento de nuestra misma corrupción (la de los que caminamos por las calles) es otro paso. No podemos seguir pensando que solo hay n de 45 millones que son corruptos. Me gusto la manera en la que muestran a Martina (Quica), simple, sencilla con fuerza, pero creo que su papel en la historia no es trascendental como quieren hacerlo ver. El resto, una historia entretenida contada a la conveniencia del protagonista (Victor Silampa, interpretado sin demasiada pena ni gloria por Daniel Giménez Cacho), muchos buenos actores...muchos para mi gusto, todos aportan un poco pero .....
Pues nada, me gustó ir a ver la película. La película no mucho, aunque creo que es una buena propuesta especialmente por la producción (además nunca había visto un “Thriller” Bogotano). El guión es una adaptación del libro de Santiago Gamboa y en este link Martín Gómez escribe una reflexión interesante sobre él. Sugiero visitarlo después de ver la película, porque si no, se las daño.
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